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Denver Broncos | News

La Voz de la Razón: Floyd Little, el jugador que salvó a los Broncos

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Hoy en día es imposible imaginar que un jugador cambie el rumbo de un equipo en la NFL fuera del terreno de juego, ya no digamos que haga reconsiderar los planes que la directiva o los dueños tengan a mediano plazo, contraponiéndose a lo que parecería un cambio positivo en los números, pero brutal para la afición. Bueno, pues alguna vez en Denver existió ese jugador que evitó que los Broncos se mudaran a otra ciudad.

Pongamos todo en contexto.

Las primeras temporadas en Denver

Los Broncos fueron una de las franquicias originales de la American Football League, cuya primera temporada inaugural ocurrió en 1960. Desafortunadamente para nuestra causa, no comenzaron siendo una franquicia dominante, sino todo lo contrario: en sus primeras siete temporadas de existencia, los Broncos cosecharon un récord de 26 triunfos por 69 derrotas y tres empates.

Con tales resultados, la situación se tornó compleja en términos de negocio para el equipo. Por un lado, la afición no acudía precisamente en gran número cada vez que los Broncos jugaban en su estadio; por otro, los mejores prospectos del Draft que hubieran podido mejorar al equipo, preferían jugar por entonces en la ya consolidada NFL.

La junta de dueños, liderada por Gerald Phipps comenzó a evaluar la situación, incluso llegando a considerar una mudanza de la franquicia hacia Chicago o Birmingham. El mantener al equipo en Denver estaba oficialmente en riesgo… a menos que ocurriera un milagro en la Ciudad de la Milla Alta.

La carrera colegial de Floyd Little

Entre las décadas de 1950 y 60, la universidad de Syracuse produjo tres famosos running backs por calidad y habilidad con el balón. Seguramente todos ustedes han escuchado el nombre de Jim Brown, quien hasta la fecha es considerado uno de los mejores jugadores de este deporte. Ernie Davis fue otro con el potencial de hacer cosas legendarias, pero desafortunadamente no pudo jugar como profesional debido a una enfermedad.

No obstante, Syracuse aportaría otro talento en la misma posición que Brown y Davis, su nombre: Floyd Douglas Little, el único que ha conseguido ser parte del equipo All-American por tres años en la historia de Syracuse. Tuvo una producción de 2 704 yardas por tierra y 46 touchdowns por la misma vía, además de ser parte fundamental en los equipos especiales como regresador de patadas.

A partir de 1967, los Broncos, así como el resto de la AFL ya no tuvieron que competir por los jugadores colegiales con los equipos de la NFL. Ahí comenzó la fusión entre las dos ligas, y todos los equipos comenzarían a elegir talento en un solo Draft conjunto, precisamente el año en que Floyd Little fue elegible.

Y sí, la historia nos dice que los Denver Broncos, con la posición número seis global seleccionaron al running back de Syracuse.

El impacto de Little en Denver

No piensen que el equipo se transformó de inmediato en una franquicia ganadora con la llegada de Little. Incluso hay que señalar que al corredor le costó trabajo convertirse en un jugador productivo desde el backfield. Lo que sí hizo en su año de novato fue generar peligro con sus regresos de patada: Al final de 1967 logró el mejor promedio de yardas en regreso de patada de despeje de la liga, con 16.9 yardas; además, consiguió regresar una de esas patadas a la zona de anotación. Más adelante fue líder en yardas combinadas de toda la liga en sus primeras dos temporadas.

Little se fue dando a notar con su estilo para acarrear el balón, su velocidad y, especialmente la elusividad que cautivó a muchos fanáticos que comenzaron regresar al estadio. La idea de mover la franquicia a otra ciudad estaba siendo desterrada gracias a Little, y esta es la razón por la cual se le terminó conociendo con el mote de The Franchise (Franquicia) y todos en Denver le estarán eternamente agradecidos.

Little consiguió ser líder en yardas por tierra de la temporada 1971, con 1 133 yardas, y en 1973 fue líder en touchdowns por vía terrestre, con 12. En cinco años diferentes consiguió ser llamado al Pro Bowl y antes, en 1969 fue parte del primer equipo All-Pro. Tal vez lo mejor de todo fue que ayudó a los Broncos a conseguir sus primeras temporadas ganadoras en la historia: 1973 y 1974.

El retiro y su camino al Salón de la Fama

La temporada 1975 fue la última en la carrera de Little, marcando el final de sus nueve campañas con los Broncos y fijando el estándar para quienes más tarde tratarían de seguir sus pasos. Las 6 323 yardas que consiguió como profesional significaron, en ese momento, la séptima mejor marca en la historia de la NFL. Además, llevó el balón a la zona de anotación en 54 ocasiones, tanto por tierra como por recepción y regresando patadas.

Lo que hizo para Denver, no solo en el terreno de juego, sino por el impacto en la franquicia, lo llevó a ser parte del Anillo de la Fama de los Broncos en 1984. En 2010 fue inducido al Pro Football Hall of Fame, merecimiento que tardó en llegar; sin embargo, todos en Broncos Country lo celebramos. Su famoso número 44, que utilizó tanto en Syracuse como con los Broncos fue retirado de inmediato tras su partida. Así de importante fue Floyd Little en lo que somos ahora.

Gracias a este hombre, nuestros Broncos siguen jugando en Denver. Gracias a Floyd Little, seguimos siendo Broncos. Y gracias a él, los Broncos se han convertido en uno de los mejores equipos de la NFL de manera indiscutible.

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